jueves, 23 de agosto de 2012

La historia de Koter

Casi 2 meses atrás, cumplí un sueño, de tantos que he tenido y de esos que te emocionan escribir.
Después de tantos años pensando si podría pasar, pasó. Y te quitas otra espina más, y alzas otro "done" en tu vida.
Aún recuerdo sus ojos inquietos, y su mirada juguetona. Recuerdo la sensación de cosquilleo constante en mi cuerpo, recuerdo esa aventura como si de un romance prohibido se tratara, como la noche en la que un caballero tocándo un laúd de noche a la ventana de su amada infringé toda una guardia real.
Me esperaba desnudo en el agua, moviéndose a veces lento, pero sin poder parar ni un momento quieto sumergiendose en el agua, mirando, observando y esperando...
Yo temblaba de miedo, para que negarlo. Pero era miedo y respeto, jamás imaginé que pudiera encontrarme en esa situación. Mis manos y piernas iban a diferentes compases, como si las órdenes de mi cerebro andaran ébrias, y la tensión me subía por el estómago hasta dejarme prácticamente siendo dueña de un puré de sensaciones dificil de exteriorizar, así que me senté, y esperé.

Intenté buscar diferencias que nos separaran, pero a pesar de encontrar muchas preferí centrarme en las semejanzas. Intenté buscar la razón por la que el miedo que sentía se fuera convirtiendo al final en respeto, y el respeto a su vez, fuera acabando en el deseo de tocarle que siempre tuve... .El seguía nadando, y desairado. Daba chapoteos constantes, e irradiaba alegría, pero también indiferencia, pensando que para él todos los días eran iguales, quizás obligado a permanecer atrapado de por vida, quizás sin saber lo que yo sentía, o lo mucho que estaba dispuesta ese día a dar por él.

Sentí mis piernas mojadas y el pelo lacio del agua, me dispuse a alejarme y espere que viniera a por mí, mi sonrisa era amplia, demasiada para ser real, hacía tiempo no, siglos que no aguantaba tanto sonriendo, notaba como las líneas de la cara iban haciendo mella en la misma pero no importaba, llenada d evida, sonreía nerviosa, ...seguí avanzando hasta que me detuve, sintiendo de repente como su cuerpo surgía del agua y venía hacia a mí. Impresionantemente, deslicé los dedos por su cuerpo, llegaba el momento que tanto anhelaba, y entonces  me dejé llevar, hacíamos juegos de cambio, hasta que el pitido alejado le hizo erguirse y acercarse a mí, dispuso su mentón delante de mí y besandome los labios entreabrió su pecho para abrazarme. Entonces lo sentí, sentí su libertad y sentí como mi miedo desaparecía. Comencé a bucear y a aletear las piernas rápido para jugar a esconderme, pero me encontraba, y me empujaba las piernas para volver a subirme hacia la claridad. Volvía a sumergirme, y cuando pensabas que lo perdías, miraba hacia atrás, aguantando la respiración algo más, y de repente, mirada al frente, me adelantaba, contenía las ganas de reír para no asfixiarme, entonces subíamos de nuevo a la superficie. Notaba como otros de ellos se mezclaban conmigo y podías estar rodeada de 4 a la vez, pero él me buscaba a mí, yo era suya y me seguía, estaba protegida.

Seguramente su historia sea aún más triste en realidad, encerrado en una lonja en el mar del Caribe, intentando saber porqué la cautividad pueda ser su único destino, pero Koter me hizo inmensa ese día, y desató en mi una libertad exclusiva mientras nadabamos solos por las aguas, sin sentir la ficción de un tremendo espectáculo de ningún tipo en ningún zoo famoso.
Mi pasión por los delfines no acabó ahí, pero mi conexión y mi vivencia con él sí.


domingo, 17 de abril de 2011

Veinti-todos

Disimular ante toda una ronda de mujeres que están eufóricas cada vez que sale del vestidor es tarea ardua. Disimular la misma eufória vaya...


Cuando la verdad es que aunque te emocione, preferirías saltarte ese paso o hacerlo menos escandaloso. Simplemente acudes como invitada para soltar palabras que ya fueron inventadas años A, y claro ya sea como amiga, madre, hermana, cuñada etc, mientras seas mujer, serás incondicionalmente entretenida tras un corto período que se te hará mas largo del debido.

En cada una cabe el secreto de demostrar sinceridad o mas bien gritar y/o aletear tu cuerpo cual gayo en un corral a punto de darse un buen festín de comida.

Seamos claros, a todos nos gusta que nos hagan la rosca y como no, la que sale del vestidor es lo que espera, blanco/ocre/champan/vainilla/hueso, entusiasmada, y como no, sintiendose diosa de diosas , ¿es para menos?.
Siempre esta la tipica amiga, esa que es "normal" (porque el resto te harán la rosca o lo que es igual; te verán guapa hasta si llevas el fajín en la cabeza) aquella que estando oculta detrás de la marabunta con una mano en la cabeza , es la que se sentirá observada por encima de esas cabezas pidiendo como no, la 2ª y mas sincera opinion.

Dos tías siempre podrán hablar sin mencionar palabra, una (la que está vestida de fresón ) levanta el mentón y gira un poco la cabeza ( a veces demasiado retorciendo las venas de su cuello casi a punto de estallar por tanta presion) , cuando la otra ya es partícipe de la "mirada águililla" que le está llegando, enrosca un poco el labio hacia un lado, hace el amago de lenvantarse un poco y frunciendo el ceño le contesta.
O lo que es lo mismo:

- "que dices tú?"

- "a tu abuela la sentaria mejor..."

- ".... pues otro "


Y tras esa auténtica conversación entre cordiales amigas, se acaba la sesión, que por supuesto, no será la ultima.

El día que crees que el techo se te antoja mas bajo que otros días, es cuando coincide con ese leve espesor en tu almohada que ha generado el peso de tu cabeza al no cambiar de postura en toda la noche.

Llegar alcoholizada pasa factura, así como esos trozos de carne aplanados llamados la noche antes pies, los sientes como si aun mantuvieran un tacón de 8 cm clavado al suelo, mejor dicho...ahora es como si los tuvieras clavados en posición contraria, es decir, contra tu planta. Intentas el amago de levantarte y te preguntas si podrás llegar hasta la cocina aunque sea para meter la cabeza en algún sitio donde no se emita ningún tipo de ruido.
Mientras te armas de valor para el 2º intento de levantar cabeza , comienza tu cabeza a ronronear...

Se casó, y no solo ella, si no unas cuantas. Lo curioso es que durante el acontecimiento eres partícipe de la fiesta en la cual tu y los demás estais integrados a las mil maravillas, comiendo bebiendo y como no, haciendo lo que mejor se le da hacer a los españoles en este tipo de eventos, desbocarse y desfogarse como si llevaras siglos sin salir de casa. Miento, también én las despedidas de solter@ hacemos eso..

Como decía, una vez te levantas de la cama y consigues calentar algún que otro líquido que te quite el empanamiento ( analgésico en mano por supuesto) solo puedes acordarte de aquellos momentos en los que eras mucho mas joven, esos en los que hacias botellones adolescentes e inconscientes con ella o te llamabas por teléfono despues de comer un sabado (si, lo hacíamos, y seguimos haciendolo) para ver que ibas a ponerte para salir esa noche, te contabas hasta que tema te sabías para el exámen, (si podías copiarte de ella) y también recuerdas cuando te ibas a comprar los sacos de dormir para esas acampanadas los fines de semana, ya aprovechando y comprabas lo que aquí decimos "guarrerías" (panchitos, patatas, longaniza, pan, kalimocho, kaliguay (con limón que no falte) y cerveza caliente ) para esa mega-acampada, que era mas bien mega-salirdecasaparadesfasar.

A tu alrededor solo ves cambios y esos cambias te afectan. Tanto, que a veces te sorprendes estar pintandote y poniendote guapa en tu baño porque has quedado con todos tus colegas para comprarle algo a esa niña de apenas 20 días de vida que te pierde cuando la sujetas entre tus brazos. Y te ves en esa tienda de "Babies" mientras se huele el ambiente entre todos y se cruzan miradas furtivas de "tío...se acabó lo bueno? "
Claro, cuando ves a ese moquillo chiquitito el efecto causante es otro, y es que llega el momento ternura, añoranza y en cierto modo envidia, pues sientes tus hormonas en la garganta gritandote con un "Animate¡" y te las imaginas como si esas palabras estuvieran escritos en bocadillos de cómics haciendote en parte gracia, pero no, porque no son solo las hormonas, si no el resto de mortales que te harán esa pregunta incondionalmente hasta que no te vean con uno propio.


Evidentemente todo llega y hasta eso apena en cierto modo. Tus veinti-todos pasan y llegan los no-esperados 30. Pero llegan, y solo te acuerdas de tus 10 años anteriores ( y de los 10 anteriores...), de las cosas que hiciste y no hiciste, las que perdiste y/o ganaste, sobre todo lo que te plantearas para manejar ese futuro incierto ( por favor...) que a todos en algún momento nos preocupa.


Pues menuda gilipollez, todo es un círculo absurdo que no me preocupa en absoluto. Me niego a pensar que tengas que ubicar un camino para poder continuar. A ciencia cierta se sabe que el ciego es el que mas tropieza pero el que menos cae, por lo que enfundaré mis ojos en unas gafas oscuras para verme en un camino incierto del cual sea mas emocionante el caminar que el que sea ya esperado, aburrido y con una futura visión tan clara que solo le queden problemas en su cabeza como el qué hará mañana de comer.



..Cigarrillo en mano, tumbona bajo el cuerpo y a disfrutar de lo incierto.

jueves, 24 de junio de 2010

Time to be a kind of spider

Sometimes feelings made yourself like the wind, blowing above your head, growling through your skin, kissing you softly,... and sometimes killing minds belong to your dreams. Meanwhile...truth is in front of you, you´re strong enough, you´re fighting dayly against everything that only you´re able to see, your head is yourself, your head is your life. So climb by the mountains, feel the movement of the wind again, and move away the fear, the anxiety, all those things don´t let you to be free.

Test the sense of the life and drop out the spiderweb once and for all...


domingo, 12 de octubre de 2008

С днем рождения

Se ve el árbol madurar, con sus ramas aguantando la tempestad de cada año.Llegó la calma, y con ella, las ganas de descansar. Echando raíces se quedó. Agitado por un viento que quería.....que quería cambiar su crecimiento, cambiar el aire que rozaba su aliento...Sin fuerzas para aguantar tantos inviernos, se quedó oscuro en un rincón, pues el alimento provenía de otras charcas cercanas, las ánimas amigas.El viento se fue a otro rincón, a soplar más fuerte que nunca, a cuidar las hojas pegadas en su cuerpo de otras ramas que realmente necesitaran sus canciones de mañana y sus caricias.

12 de Octubre.

Con mucho cariño.

Un beso.


miércoles, 8 de octubre de 2008

Parodia de vida


Imaginaros demandando tantos gramos de algo que es tan incontable como el aire que respiras.

Cuando nací, supongo que el olor de las manos del doctor que me arrancaban del útero de mi madre pasó desapercibido y poco rememorable para mí con el paso del tiempo, ya...que ni me acuerdo.
Pero detalladamente aunque fuera podría maquillar todos los olores que no recuerdo bien, desde que tengo razón de ser. En cambio, otros tantos les pondría una forma y los configuraría con abstractos movimientos, dándoles vida como muñecos de trapo, y figurando un ente vivo. Clásica marioneta.
Modelo similar a cuando sueñas con algo que perfectamente podrías describir al día siguiente. Una cara que no viste nunca, o un lugar que suena en tu cabeza durante horas pero no eres capaz de recordar.

El olor siempre determina a las personas de una manera innata. Atrae el macho a la hembra con su olor varonil inconfundible y la hembra al macho con dulces aromas que denotan demasiado la feminidad. Sobre la cama se respira el olor de sexo compartido entre dos personas, el olor de sus cuerpos tatuando con pinceles cada una de las palabras que se dijeron, el olor de sus cabellos y sus bocas tan juntas y arrolladas por bastos pinchazos que de vez en cuando atizaban sus cabezas.


Vamos condenados no solamente a divagar por el camino a raíz de lo que vas construyendo, si no también lo que vas dejando atras, en los bordillos de cada uno de los lados. Recuerdos de premisas impresas en tu cuerpo que te hacen erguite solo un poco cuando ves que vas menguando.
Destinados a recordar acontecimientos de vaga claridad hasta que no asimilamos que en cualquier momento tan solo un hastío aviso o un roce pudiera devolvernos justo a aquel momento.


Somos capaces de distinguir hasta 10.000 olores diferentes, pero ¿cuántos somos capaces de recordar?

Tatuado en mi mejilla llevo el olor de los besos de mi abuelo cuando, en mi falda pantalón me metía 500 de las antiguas pesetas cada vez que iba a verle, me sonreía pícaramente como haciendome ver que era un secreto entre los dos, y me hacía protagonista con su mirada para que asomara por su hombro la cabeza protegiéndolo de mis padres. Añoro el olor de sus pantalones de pana, que impregnando así toda su casa, me haría recordar perfectamente esa misma nostalgia cuando yo la deseara notar.

Trazaría con líneas perfectas la intensidad que desprendía aquel parque. Un llano disfrazado de ciudad, diferente a los demás, no solo olía a árboles, o al hedor que el olfato define como tierra,olía a necesidad de conocer algo nuevo. Cada banco de madera parecería con el paso de los minutos una nueva carroza moviéndose por fuertes tempestades, donde se sentaban sueños de personas que no sabrían en que mordaza embarcarían.


Decidí cuales eran mis favoritos. Cuando iva de viaje, por aquella época en la que no existía cinturón de seguridad, iba siempre de pie en el asiento de atrás. Si. Era de las niñas pesadas e insolentes que preguntaban ¿Falta mucho...papá?, pero en el camino terminaba sentándome. Me ahogaba el coche, me mareaba, me aturdía las largas horas de espera por parar o llegar. Necesitaba respirar. Entonces, a lo lejos divisaba la gasolinera, y bajaba la ventanilla corriendo porque me encantaba el olor que se desprendía, al igual que el de un sucio garage, o al de la lluvia cuando escampa en los callejones más pequeños.


Aunque son los mejores, conservo tarros enteros que aun parezco oler. Al igual que el llanto huele a tristeza, las sonrisas huelen a veces a melancolía. Y no siempre se debe caer en la trampa de que son dignos de arrojarlos al olvido.


Hoy huele a humedad. Bienvenidos al cambio de estación. Bienvenidos al cambio de vida y a la derivación de algún que otro que estará por llegar.




viernes, 3 de octubre de 2008

Trabubus Negros




Cuando algo es nuevo asusta.
Sin embargo, sientes que es un cambio con el que hay que crecer, al cual hay que alimentar vagamente para que no exceda en confianza. Para que no se alce antes que tu, y te agarre para comerte con esa enorme mandíbula de dudas, mientras te sientes tan pequeña e indefensa como si escucharas un "te lo advertí".
Alguien me dijo una vez que los cambios siempre asustaban, pero que los cambios nuevos son los que personalizarían tu futuro.

Cuando deseas que dentro de tí nazca una pasión ferviente por que algo madure, intentas poner todas las calderas a cien, intentando despejar tu mente y olvidandote del fracaso, lo das todo, lo sientes dentro, aceptas el comienzo de algo desconocido, ciegas en él toda una aventura arrastrada desde años y tan oculta, que solo tu sabías que se hallaba allí. Intentas dejar de preguntarte porque todo cambia y ocurre de forma tan repentina, sin ninguna explicación, pero a su vez te preguntas ahora el hecho de no haber remendado tus heridas con antelación, evitando noches estremecedoras.
Cuantas veces podrás arrepentirte de lo que no haces, y lo que deberías haber hecho en su momento.

Solo tú debes saber que tu cerebro se divide en habitaciones. Cada una de ellas, posee una puerta. Según el Dr.Márquez una siempre está cerrada, con su picaporte oxidado y su color impoluto por el paso del tiempo, la que posee dentro los recuerdos que jamás salen a la luz, los que nunca te plantaron cara, los que tu mente no aceptaría de repente como una batalla diaria.
Recomendaría dejarla siempre cerrada, mirar solo de reojo de vez en cuando para acordarte de que existe y que la manejas como y cuando quieres, que eres fuerte ante ella y ahora eres tu quien posee mandíbulas inmensas para acercarte sigilosamente, asomarte y soltar una gran carcajada para reirte de ella cuando mas lo desearas. Ansiedad, lo sabías.

Otras puertas, con sus picaportes ya casi descolgados de tanto abrirlos son los mas elocuentes, la mayoría de las veces, estas puertas se dejan entreabiertas. Las puertas que hacen que tu día sea mucho mejor, donde solo tu sabes que puedes entrar y salir cuando quieras, donde conoces cada uno de los recodos de su interior. Pero no solo tu. Está compartido. Cada día confias imaginariamente a alguien un trabajo diferente lleno de ímpetu por mejorarlo, alguien que siempre te hace compañía, aquellos que son los únicos que no te mienten ni porfían. Alguien que hace tu trabajo por tí, o que no lo hace, o alguien que lo deshace o que lo enreda como una pelota de lana. Algunas veces se dejan ver, otras, no se ven, pero están contigo.
Estos, ...son tus trabubus.

Te hablarán y acompañaran en tu estar, de hecho, cuando veo trabubus sé que uno puede creer mas en sí mismo, se deja llevar en situaciones adversas, ellos hacen olvidar todos los porqués que puedan estar taladrando tu cabeza. Cuando los noto al lado, acaricio mi mente con ideas de fortaleza, y salgo del portal de mi casa de repente. Ellos me acompañan y me empujan hacia fuera, en zapatillas de estar por casa, a las 4 de la madrugada, cada día... hacia una nueva noche desértica que carece de confianza, Siempre recordandote que cada noche cuenta, como cuenta la evolución de las horas que comienzan a restar. Me acompañan encendiendome un cigarro, relajándome, y poco a poco noto como mi trabubu negro se sienta a mi lado. Él reflexiona cuando yo reflexiono, si inclino mis piernas el también lo hace, y entonces me sonríe ... vamos a hablar, idolatramos las cuentas pendientes esa noche. De repente noto como se acerca a mi oído, dice que me quiere lejos del dolor, quiere ver en mi fortaleza, que ande hacia delante.
Los trabubus no te abandonan, ellos velan por tí, aparecerá uno cuando menos lo imagines, debajo de tu cama, encima del ordenador, o en tu ventana, te embarcaran en vida en su trayecto y te mostrarán cada día que cuerda te falta.
El hedor, sabor y olor del porro de maría mas grande que hayas liado, será lo que te susurre al oído que pongas un trabubu en tu vida. Cuando empieces a verlo en la pared de enfrente, tan pequeño, sonriente y feliz de verte, notarás nostalgia por aquellas cosas que pudieron ser ese año y que no serán. Aquellas por las que nunca temiste ver acabar, conoceras la rabia, la ira y todo empezará a dar vueltas. Y pensarás en aquellas cosas por las que deseas empezar algo nuevo. Como este blog.

Ellos serán los que te ofrezcan la vida en pequeños sorbos, los que en lugar de esconderte las cosas cuando no las encuentras, maquillarán tus dolores y tu pesar, para que tú les des otro molde mas sencillo.
Se sentarán a tu lado, te sonreirán, y siempre miraras hacia lo que el viento lleva al rincón, aquello que te recuerda porque una madrugada más, vuelves a estár ahí.